El sector de la construcción en España enfrenta una situación crítica con el aumento alarmante de robos de materiales como cobre, cables, gasoil y baterías. Esta tendencia ha provocado pérdidas millonarias y complicaciones significativas para las empresas, que deben lidiar no solo con el costo de los materiales robados, sino también con el impacto que estos hurtos tienen sobre los plazos y la rentabilidad de sus proyectos.
Un fenómeno en auge: la «epidemia» de robos
Ignacio González, director general de BauWatch España, califica el fenómeno como una verdadera «epidemia». Los datos respaldan esta afirmación: el Barómetro del Crimen en la Construcción 2024, elaborado por esta empresa de videovigilancia, refleja que el 75% de los trabajadores perciben un incremento de robos en el último año, y casi el 20% asegura ser víctima de robos «cada pocos meses». Estos delitos tienen un costo estimado de 1.500 millones de euros al año en Europa, cifra que incluye tanto el valor de los materiales sustraídos como el impacto de los retrasos generados en las obras.
Retrasos en obras y costos adicionales
La incidencia de los robos no solo aumenta los costos operativos, sino que también afecta a los tiempos de entrega. Tres de cada diez trabajadores de la construcción han reportado demoras considerables por robos, de las cuales el 25% corresponden a retrasos de más de un mes. Según Cornerstone Projects, estos retrasos pueden encarecer un proyecto entre un 10% y un 50%, lo que repercute negativamente tanto en la imagen de las empresas afectadas como en sus relaciones con los clientes. Un ejemplo reciente ocurrió en Valdemoro (Madrid), donde la construcción de un complejo residencial sufrió un retraso de cinco meses debido a sustracciones continuas de materiales y maquinaria.
El perfil de los ladrones: oportunistas, bandas organizadas y delincuentes internos
Los robos en la construcción presentan distintos perfiles. Los ladrones oportunistas representan el 50% de los casos y suelen sustraer objetos visibles y fáciles de transportar, como herramientas y combustible. Por otro lado, las bandas organizadas, que constituyen el 20% de los robos, suelen operar de noche y cuentan con información detallada sobre el lugar, facilitando sus rutas de entrada y salida. Finalmente, los delincuentes internos representan otro 20% de los robos, ya que muchos proyectos dependen de subcontratistas y personal temporal, lo cual abre la puerta a que personas no autorizadas accedan a los materiales.
Materiales más buscados y su destino
El cobre sigue siendo el objetivo principal, impulsado por el aumento de su valor en la transición energética, ya que es esencial para turbinas eólicas y paneles solares. Otros materiales recurrentemente robados son los cables (especialmente en infraestructuras de telecomunicaciones y ferrocarriles), el gasoil para maquinaria pesada y el acero. La reventa de estos materiales es un problema adicional, como evidencia el hecho de que uno de cada tres trabajadores ha sido abordado para comprar materiales «de la parte trasera de un camión».
Respuesta de la industria: Vigilancia y tecnología
Para contrarrestar el problema, muchas empresas han implementado medidas de seguridad avanzadas. Según el Barómetro, el 29% de las empresas revisa y actualiza su seguridad diariamente, y un 28% lo hace semanalmente. Además de sistemas de videovigilancia tradicionales, cada vez se recurre más a soluciones innovadoras como drones, vigilancia privada y sistemas de Inteligencia Artificial que permiten un monitoreo en tiempo real de los materiales en obra.
En un entorno en el que el crimen se ha vuelto cada vez más sofisticado, la seguridad en los proyectos de construcción se ha convertido en una prioridad. Sin una estrategia integral de seguridad, el sector enfrenta no solo pérdidas financieras, sino también un riesgo constante para la continuidad de sus proyectos y la satisfacción de sus clientes.