Según el Barómetro Saint-Gobain sobre los Hogares 2024, realizado por Kantar, una nueva tendencia está transformando los espacios comunes en edificios colectivos: más de la mitad de los residentes (52%) han realizado o planean realizar reformas en estas áreas. Entre las intervenciones más demandadas destacan las renovaciones de fachadas y patios interiores, que concentran un tercio de las obras.
Un nuevo enfoque en las zonas comunes
La necesidad de modernizar y hacer más funcionales los espacios compartidos está impulsando una ola de reformas en otras áreas clave, como suelos (28%), balcones y terrazas (27%), así como en portales, escaleras y cubiertas. Por el contrario, zonas como jardines, ascensores o piscinas, aunque esenciales, suelen reformarse con menor frecuencia debido a los costos continuos de mantenimiento o su ausencia en algunos edificios.
Esta tendencia no solo se limita a mejorar la estética; también responde al deseo de incrementar el confort, la eficiencia energética y la habitabilidad. De hecho, 3 de cada 4 personas, considerando sus viviendas habituales y espacios comunes, han llevado a cabo o planean realizar algún tipo de reforma para elevar su calidad de vida.
Fachadas que transforman: el auge de los sistemas SATE
Entre las soluciones más innovadoras para la renovación de fachadas, los sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) están ganando popularidad. Estas tecnologías, como las de Saint-Gobain Weber, ofrecen múltiples beneficios:
- Estética renovada con acabados decorativos como cerámica, piedra o mortero de cal.
- Eficiencia energética mejorada, optimizando el aislamiento térmico y acústico.
- Ahorro significativo en el consumo energético, favoreciendo tanto a los residentes como al medioambiente.
Un ejemplo sobresaliente es el sistema Webertherm Robusto, que combina alto rendimiento con opciones decorativas versátiles. “Este Barómetro recoge una realidad que estamos observando en el mercado y que demuestra que las fachadas se han convertido en un foco prioritario por su impacto en la eficiencia energética de los hogares”, asegura Hanan Akhrif, responsable de Fachadas de Saint-Gobain.
El impacto del cambio: sostenibilidad y confort
El creciente interés por las reformas en edificios colectivos refleja un cambio profundo en las prioridades de los residentes. Más allá de mejorar la apariencia, estas intervenciones contribuyen significativamente a reducir la huella energética de los edificios y a cumplir con los estándares de sostenibilidad actuales.
La rehabilitación de zonas comunes, liderada por las fachadas y patios interiores, se perfila como una estrategia clave para transformar los entornos urbanos. Este enfoque no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también contribuye a construir ciudades más eficientes y sostenibles.
¿La conclusión? Reformar es mucho más que un cambio estético; es una inversión en el futuro de los hogares y del planeta.
